viernes, 17 de septiembre de 2010

¡LUCHA!

“Corro hacia de donde todos huyen” mi lema, mi eslogan, mi ley. Búscame en el diccionario y saldrá esto como definición.
Hacía ya mucho tiempo que no me calzaba mis guantillas, me ponía mi bucal y volvía a sentir ese sabor a sangre que siempre se queda en la boca... el sudor otra vez me inunda la cara... 130 pulsaciones y subiendo... estás en frente de mí, me miras y ves una mirada fría, no ves el miedo que tengo por dentro, no tienes ni idea, estoy cagado...quiero salir corriendo de aquí.
Tengo que limpiar mi cabeza de estas cosas, que me distraen de mi objetivo. Tengo muy claro cual es la meta, estoy visualizando el momento de la victoria y de mi abrazo a mi objetivo.
Empieza todo, adrenalina que se dispara... mierda estoy temblando otra vez, que no lo note por Dios... Ya empiezan los primeros golpes, estos son para tantear, lo sé, quieres ver por dónde voy, quieres saber cómo reacciono y ver por dónde me cubro y si me duele.
No me pienso quedar quieto, empiezo mi recital, quiero ganar el combate rápido así que te voy a “regalar” mis golpes más devastadores... Se cuando te entran bien, lo noto, se cuánto te duelen...los he sufrido yo mismo, se donde golpear para dejarte K.O. de algo sirve sacarte 3 años de entrenamiento...
Y el combate sigue, estoy recibiendo demasiado, me dan ganas de abandonar, de tirar la toalla...me falta el aliento a veces, veo borroso...joder, esto se complica, el combate está durando más de lo que esperaba, eres muy dura, nunca me he enfrentado a nadie con tanto aguante...encajas muy bien los golpes y esquivas con mucha rapidez...haces que me canse, que me falte el aliento y las fuerzas...hay algo dentro de mí que me dice “¡LUCHA! no pares, no te retires...” y pienso... "una persona normal huiría al primer golpe, el dolor espanta, te hace correr...pero yo no, “corro hacia de donde todos huyen” porque es ahí donde encuentras los límites de la superación, donde las recompensas saben mejor y esta victoria me va a saber a gloria".
Me golpeas, me quedo quieto, sigo encajando, me duele, duele mucho, pero no me pienso rendir, me pueden mas las ganas de seguir escalando, de seguir luchando y llegar...no se aún dónde, sólo se que llegaré hasta donde NO PUEDA MÁS, hasta donde me lleve mi último aliento.
Estoy empezando a delirar, los golpes no me dejan en paz, pero yo sigo. Me enseñaron hace muchos años que hay que aguantar el dolor, que nunca te debes rendir porque lo que viene detrás del sufrimiento es el placer y este se saborea de verdad cuando has sufrido... “Venga! pégame! sólo tienes eso para mí? golpea duro joder!” te digo, y sigo en pie y no te lo crees...la lucha sigue, y lo mejor de todo es que vamos a ganar LOS DOS.
Me da igual las secuelas que me deje esto, la sangre derramada solo será una medalla en mi victoria... VAMOS A GANAR LOS DOS!
                 

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